En Chile, cada tipo de examen de ADN cumple una función diferente. Elegir el correcto evita perder tiempo y dinero, especialmente en contextos donde la precisión y la formalidad son clave.
Un examen particular o privado es ideal cuando la persona solo busca aclarar una duda íntima y no necesita usar ese resultado frente a instituciones públicas, tribunales o servicios sociales. Este tipo de prueba se realiza con un kit enviado al domicilio y basta con seguir las instrucciones. Es económico, rápido y mantiene la absoluta privacidad.
En cambio, un examen con validez legal es obligatorio cuando se requiere acreditar un vínculo biológico ante un tribunal, en demandas de filiación, pensiones alimenticias, rectificación de documentos, adopciones o trámites internacionales. Estos exámenes requieren que la muestra sea obtenida bajo supervisión, siguiendo cadena de custodia y registrando identidad. Esto evita cualquier cuestionamiento posterior.
La elección depende completamente de tu objetivo. Si la duda es emocional o personal, un examen privado es suficiente. Si la información impactará un proceso judicial o administrativo, no existe alternativa: debe ser legal.
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